La Pastoral Colegial, pilar fundamental en la historia de nuestro colegio y distintivo especial en la identidad institucional, se encuentra en permanente búsqueda de la sintonía con las orientaciones de nuestra Iglesia, de la Congregación y de los tiempos y acontecimientos propios de nuestra época y entorno.
Hoy, cuando buscamos más que nunca el convertirnos en “un colegio en pastoral” y recibimos atentos los desafíos e impulsos que nos entrega nuestro Papa Francisco, queremos ser capaces de reencantarnos y motivarnos con la más hermosa de las invitaciones: Ser seguidores de Jesús, el Cristo ahí donde vivimos y estamos llamados a ser felices.
Con el hermoso y especial tinte de ser maristas, reconociendo a María como la madre que acoge, protege e ilumina a la vez y que nos lleva de la mano hacia su Hijo, nos permitimos vivenciar los valores que la hicieron ser merecedora de ser la madre de Jesús: su sencillez, amor al trabajo, su espíritu de familia y la presencia. Nuestra escuela se reviste de celeste en honor a María, nuestra amada Buena Madre.
Respondemos hoy al llamado de nuestros pastores como colegio de Iglesia. Queremos revitalizarnos y salir hacia donde sea necesario con la cruz en nuestras manos y el evangelio en nuestros labios. No es tiempo de modorras… ¡nuestra escuela está en pastoral!