El Fútbol, esa eterna metáfora de la vida. ¿O es la vida una metáfora del Fútbol? No importa en qué orden, pero el “Deporte Rey” es una buena catarsis, una purificación de las tensiones que vamos acumulando en la extenuante y al mismo tiempo mágica vocación docente.
Cada miércoles, nuestro Gimnasio es minuciosamente revisado para el despliegue de los talentos que un grupo de profesores pone al servicio del espectáculo deportivo. Si el tiempo y horas de luz acompañan, los pastos del Estadio Carlos Moreira son el escenario para la pichanga.
Los encuentros se dan en la más grata camaradería y permiten que las tres secciones del colegio puedan integrarse en el autocuidado que implica destinar horas para el ejercicio. Más aún cuando estos partidos sirven para ir logrando el ensamble perfecto a la hora de formar un combinado que enfrente al Centro de Estudiantes en el tradicional partido con motivo del “Día del Alumno”. En efecto, exhiben las galerías de nuestra Sala de Profesores un inédito Tricampeonato.