La misión evangelizadora de la Iglesia es una misión de misericordia. Esta misión consiste en manifestar el amor misericordioso de Dios Padre, tal como Cristo lo muestra. Y por eso la misericordia pide ser proclamada, celebrada y vivida en las comunidades cristianas.

“En efecto –escribe el Papa-, la misericordia no puede ser un paréntesis en la vida de la Iglesia, sino que constituye su misma existencia, que manifiesta y hace tangible la verdad profunda del Evangelio. Todo se revela en la misericordia; todo se resuelve en el amor misericordioso del Padre”.

En este año especial para nuestra congregación en donde celebramos 200 años del nacimiento de la obra marista en el mundo nuestro superior general Hermano Emili Turú nos insta a cultivar la interioridad y hacer brotar en nuestras acciones el perdón, la gratitud y el compromiso.
Es la Iglesia, el llamado del Papa y nuestro carisma quienes nos impulsaron con una mirada cercana, inclusiva y servicial a dar repuesta al Cristo sufriente en esta Semana Santa 2107.

Punto culmine fue la celebración de la resurrección, en donde llevamos alegría a nuestros patios con intervenciones culturales y una oración de cierre con todo el alumnado de prekinder a 4° medio, lanzando globos al cielo y elevando nuestras oraciones de perdón, gratitud y compromiso.