Tal como el padre Champagnat habría querido que se llevaran a efecto las actividades, con sencillez y desde ahí, los alumnos hicieron lo que debían: crear, expresarse sensiblemente, encontrarse consigo y con otros, construir amistad... a la luz de un tema propiamente marista.

La fraternidad se dio cita en este Encuentro, donde la ganadora fue la participación, desterrando definitivamente a la competencia. Todo el DEC agradecido por tan importantes visitantes; todo el DEC agradecido por la visita de sus hermanos desde diferentes rincones del país.

Testigos de estas palabras son las muchas fotografías registradas. Gracias a la comunidad colegial por aceptar este desafío; gracias al Sector por confiar en nosotros; gracias a los participantes por permitirnos acogerlos fraternalmente; gracias a Dios por esta hermosa oportunidad de crecimiento.